El silencio protector
El silencio protector refiere a la idea de mantener silencio ante posibles situaciones de violencia por temor a una mala imagen de la persona a la que se pretende proteger.
La idea de no contarle a nadie lo que sucede en una relación de pareja, especialmente los aspectos negativos, es un concepto que puede resultar perjudicial tanto para la persona involucrada como para la relación misma.
Este tipo de silencio no solo fomenta el aislamiento, también corta los sistemas de apoyo esenciales que podrían brindar ayuda y orientación en momentos de necesidad.
La creencia de que no se debe hablar sobre los problemas en una relación con otras personas a menudo se justifica con la idea de que los amigos y familiares podrían llegar a odiar a la pareja.
Esta justificación ignora el hecho de que el apoyo emocional y los consejos de personas cercanas pueden ser cruciales para enfrentar y resolver problemas.
Mantener los problemas en secreto puede llevar a una acumulación de tensión y resentimiento, lo que eventualmente podría deteriorar la relación.
En toda relación hay altibajos
Compartir tanto los momentos buenos como los difíciles con personas de confianza permite tener una perspectiva equilibrada.
Hablar sobre los problemas no significa que se está “lavando los trapos sucios en público“, se busca un espacio seguro para desahogarse y encontrar soluciones.
Los amigos y familiares pueden ofrecer puntos de vista externos y objetivos que pueden ayudar a ver la situación desde diferentes ángulos.
El silencio en situaciones de violencia
El silencio puede ser especialmente peligroso en situaciones donde hay violencia; la “pena” y la “culpa” son emociones comunes que las personas sienten cuando están en relaciones abusivas, y estos sentimientos pueden impedir que busquen ayuda.
La idea de mantener en secreto lo que sucede en la relación solo agrava esta situación, ya que la persona puede sentirse atrapada y sin salida.
Promover el hablar abiertamente sobre lo que ocurre en una relación, incluyendo los conflictos, puede ayudar a identificar y abordar comportamientos abusivos antes de que escalen.
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Es crucial recordar que la violencia en cualquier forma, ya sea física, emocional, psicológica o sexual, no es aceptable, y buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza.
Escuchar sin prejuicios
Fomentar un entorno donde las personas se sientan seguras para hablar sobre sus relaciones puede ayudar a construir redes de apoyo sólidas.
Estas redes pueden incluir amigos, familiares, terapeutas y grupos de apoyo.
Tener a alguien con quien hablar puede proporcionar un alivio significativo y permitir a las personas tomar decisiones informadas sobre sus relaciones.
Ser parte de un sistema de apoyo implica no generar quiebres en la relación con comentarios malintencionados, prejuicios o malintencionados, ya que pueden dar el efecto contrario.
En un sistema de apoyo es necesario demostrar que se puede contar contigo y estarás dispuesta a ayudar.
Dejar de lado el silencio protector o “no contarle a nadie lo que pasa en mi relación” es menester para romper el ciclo de aislamiento y abrirse a sistemas de apoyo vitales.