Memoria Trans: Honrar vidas, exigir justicia y combatir la violencia
Cada 20 de noviembre, el Día Internacional de la Memoria Trans nos invita a reflexionar sobre las vidas arrebatadas por el odio y la intolerancia hacia las personas transgénero.
Este día nació en 1999 como una iniciativa para conmemorar a Rita Hester, una mujer trans asesinada en Estados Unidos, y desde entonces se ha convertido en un movimiento global para honrar a quienes perdieron la vida víctimas de crímenes de odio y discriminación.
La memoria trans no es solo un acto de recordación, sino una reivindicación política y social.
Este día busca visibilizar la violencia sistemática que enfrenta la comunidad trans y exigir justicia para las víctimas cuyos asesinatos, en su mayoría, permanecen impunes.
Según datos de la organización Transgender Europe (TGEU), en los últimos años, América Latina ha registrado los índices más altos de crímenes contra personas trans, siendo México el segundo país más letal para esta población, después de Brasil.
En México, de acuerdo con el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+, se documentaron más de 60 asesinatos de personas trans solo en 2023.
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Estas cifras alarmantes reflejan no solo una crisis de derechos humanos, sino también la falta de políticas públicas efectivas para proteger a esta población vulnerable.
La mayoría de las víctimas son mujeres trans y travestis, muchas de ellas trabajadoras sexuales, quienes enfrentan múltiples formas de exclusión y violencia estructural.
El Día Internacional de la Memoria Trans es una oportunidad para exigir acciones concretas que erradiquen esta violencia, desde la creación de legislaciones específicas contra los crímenes de odio hasta programas educativos que promuevan el respeto a la diversidad.
Además, es un llamado a la sociedad para replantear sus prejuicios y construir espacios seguros donde las personas trans puedan vivir con dignidad y plenitud.
La memoria trans nos recuerda que detrás de las estadísticas hay historias, sueños y luchas interrumpidas.
Honrar estas vidas significa no solo recordar, sino también actuar para garantizar que ninguna otra persona trans sea víctima del odio y la intolerancia.
Por Keila Itzel Rodríguez Peña