El reclutamiento forzado infantil persiste en México
A pesar de los compromisos internacionales y las recomendaciones de organismos como la ONU, el reclutamiento forzado infantil sigue siendo una realidad en México.
Miles de niños y adolescentes viven en zonas de conflicto y son víctimas de este delito, que los priva de su infancia y los coloca en situaciones de extrema vulnerabilidad.
De acuerdo con UNICEF, más de 250 millones de niños en el mundo se encuentran en zonas afectadas por conflictos, y en promedio, cinco niños son reclutados diariamente para participar en actos de violencia.
En el caso de México, este fenómeno ha estado presente durante más de 20 años, impulsado por la violencia derivada de la lucha contra el crimen organizado, y sigue siendo un grave desafío para la protección de la infancia en el país.
Diversos grupos como Tejiendo Redes Infancia han expresado su preocupación por el incumplimiento de las recomendaciones emitidas por el Comité de los Derechos del Niño de la ONU.
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Desde 2011, el organismo internacional ha instado al Estado mexicano a tomar medidas más efectivas para erradicar el reclutamiento forzado infantil, entre ellas, la tipificación del delito en el código penal y la creación de programas de rehabilitación e integración social para los niños afectados.
A pesar de las reiteradas advertencias, el gobierno mexicano sigue sin implementar acciones adecuadas para abordar este problema de forma integral.
El reclutamiento de menores representa una grave violación de sus derechos humanos, contribuye a perpetuar un ciclo de violencia en el que las víctimas, al ser obligadas a participar en actos violentos, se convierten en perpetradores de futuros crímenes.
Esta situación resalta la necesidad urgente de trabajar en políticas de prevención, rescate y protección que garanticen la seguridad de los menores.
La falta de acción frente a este problema significa continuar con un ciclo de sufrimiento y violencia que debe ser erradicado de forma urgente.