Infancia segura: claves para ayudar a niñas y niños a detectar el peligro
La seguridad infantil es una prioridad, enseñar a niñas y niños a reconocer situaciones de peligro puede marcar la diferencia entre la prevención y el riesgo.
Más allá de frases como “no hables con extraños”, es fundamental brindarles herramientas efectivas para que identifiquen y actúen ante posibles amenazas.
Las señales de alerta que deben conocer
Desde temprana edad, los menores pueden aprender a reconocer situaciones inusuales o peligrosas. Algunos puntos clave incluyen:
- Secreto incómodo: si alguien les pide guardar un secreto que les hace sentir mal o confundidos, deben saber que pueden contarlo a un adulto de confianza.
- Tocamientos inadecuados: deben entender que nadie tiene derecho a tocar su cuerpo sin su consentimiento y que ciertas zonas son privadas.
- Sentimientos como advertencia: si algo les genera miedo o incomodidad, deben confiar en su intuición y buscar ayuda.
- Órdenes sin sentido: advertirles que no deben obedecer a ciegas si un adulto les pide hacer algo peligroso o que los haga sentir inseguros.
Estrategias para fortalecer su seguridad
No se trata de generar miedo, sino de empoderar a los niños con conocimientos prácticos. Algunas estrategias efectivas son:
- Juego de roles: simular situaciones donde deban tomar decisiones sobre seguridad les ayuda a reaccionar con mayor confianza.
- Crear una red de apoyo: identificar con ellos qué adultos pueden acudir en caso de sentirse en peligro.
- Uso de frases clave: establecer una palabra o señal especial para indicar que necesitan ayuda de inmediato.
- Acceso a información de contacto: asegurar que sepan su nombre completo, dirección y cómo contactar a sus familiares en caso de emergencia.
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Rompiendo el silencio
Uno de los mayores riesgos para la infancia es el miedo a hablar.
Es vital que las niñas y niños sientan la confianza de contar cualquier situación incómoda sin temor a ser juzgados o castigados.
La comunicación abierta y sin tabúes en el hogar y la escuela es fundamental para su seguridad y bienestar.
Crear entornos donde niñas y niños se sientan escuchados y protegidos es una responsabilidad compartida. Con información y herramientas adecuadas, podemos ayudarlos a enfrentar el mundo con mayor seguridad y confianza.