¿Dónde están las mujeres en la Navidad? Carga mental y laboral de las celebraciones decembrinas
La temporada navideña es sinónimo de alegría y unión familiar, pero también es una época que evidencia las desigualdades de género, especialmente en el hogar.
Mientras que la mayoría de las personas disfrutan de las festividades, son las mujeres quienes suelen cargar con la responsabilidad de que todo salga perfecto: desde la planificación hasta la ejecución.
De acuerdo con un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las mujeres dedican en promedio el triple de tiempo que los hombres a tareas no remuneradas, como el trabajo doméstico y el cuidado familiar.
En Navidad, estas cifras se disparan debido a las expectativas culturales que recaen sobre ellas.
La carga mental: el trabajo invisible
La planificación de las fiestas comienza semanas antes: decidir el menú, comprar los regalos, decorar la casa y coordinar horarios para las reuniones familiares.
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Este esfuerzo, conocido como carga mental, suele recaer de manera desproporcionada en las mujeres.
A pesar de no ser una labor física, implica un desgaste emocional y psicológico significativo.
Las tradiciones también refuerzan la desigualdad.
En muchas familias, las mujeres cocinan y sirven la cena, mientras los hombres se sientan a disfrutarla.
Aunque algunos hogares han comenzado a repartir estas tareas, el cambio avanza lentamente.
El impacto en la salud emocional
La presión por cumplir con las expectativas puede provocar estrés, agotamiento y sentimientos de insuficiencia en muchas mujeres.
Además, este esfuerzo no siempre es reconocido ni valorado, lo que genera un resentimiento acumulado que puede salir a flote en los momentos menos esperados.
¿Cómo compartir la carga?
Es momento de cuestionar estas dinámicas y buscar soluciones que fomenten la equidad en las celebraciones:
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- Planificación compartida: dividir tareas de manera justa entre todos los miembros de la familia, sin importar el género.
- Reconocer el esfuerzo: agradecer el trabajo detrás de cada detalle es un paso para visibilizar la carga mental.
- Romper estereotipos: enseñar a las nuevas generaciones que la Navidad no depende solo de las mujeres.
La Navidad puede ser un espacio de reflexión y cambio.
Al redistribuir las responsabilidades, se aliviana la carga para las mujeres, se fomenta un verdadero espíritu de unión y colaboración familiar.