Mujeres sobrevivientes de violencia ácida en CDMX serán reconocidas con discapacidad
La violencia ácida y química es una de las formas más extremas de agresión contra las mujeres en México y el mundo.
Sus efectos van más allá del daño físico, pues las víctimas enfrentan deformidad, pérdida de órganos, limitaciones físicas, dolor crónico, parálisis e incluso riesgo de muerte.
Además, la agresión deja secuelas psicológicas severas, como depresión, ansiedad, estrés postraumático y dificultades de autoaceptación, lo que muchas veces las lleva a vivir en el estigma y la discriminación.
Ante esta realidad, la Fundación Carmen Sánchez ha insistido en el reconocimiento de las sobrevivientes de ataques con ácido y otras sustancias químicas como mujeres con discapacidad, pues las secuelas afectan su movilidad, visión, audición y salud mental.
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Gracias al diálogo con la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, así como con la Secretaría de las Mujeres y la Secretaría de Salud, se logró un avance sin precedentes: cuatro mujeres acompañadas por la Fundación podrán ser reconocidas oficialmente con discapacidad.
Uno de estos casos es el de Mary López, quien, tras 36 años de lucha, finalmente obtuvo su certificado de discapacidad.
La Fundación Carmen Sánchez ha destacando que la violencia ácida causa discapacidad motriz, visual, auditiva y psicosocial, ya sea temporal o permanente.
Este reconocimiento representa un acto de justicia y un primer paso para que el Estado atienda de manera integral a las víctimas de este tipo de violencia. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar su acceso a salud, empleo y una vida digna.